Hola a todos, comenzaré explicando que las 7 partes de esta saga de relatos son personales y reales, experiencias todas que marcaron mi vida hasta el día de hoy. Todo esto es acerca de las 5 mujeres maduras con las que tuve relaciones sexuales hasta ahora: Roxanna, Sofía, Pamela, Diana e Ynes.
Comenzare presentándome mi nombre es Alexander, tengo 23 años vivo en un departamento junto con mi hermano Eduardo (15) y mi tía Sofía (47). Actualmente estoy en mi último año de la universidad. Mis padres se divorciaron poco antes que mi hermano naciera, y cuando tenía 10 años mi madre se fue al extranjero, recién hace unos meses volvió después de casi 13 años. En todo ese tiempo solo vivía con mi hermano y mi tía, por lo que consideraba a mi tía como mi madre.
También estaba mi mejor amigo Hugo (23), con el cual pasaba la mayor parte de mi tiempo dado que mi hermano era más pequeño, con él voy a la universidad y lo conozco desde inicial y a su madre Roxanna (42), era también muy allegada a mí, la consideraba y la llamaba como “Tía”.
Parte 1: El Comienzo
Desde que tengo memoria me gustaron las mujeres mayores, Hugo y yo durante el colegio siempre nos fijábamos en las maduras, mirábamos los traseros que pasaban y los buenos escotes. En el colegio (ya cuando tenía 18 años) yo era uno de los mejores de mi clase. En ese entonces tenía mi enamorada y ya tenía relaciones con ella, se llamaba Dayanne; era delgada con buen derrier.
Fue más o menos a los 18 años donde mi gusto por las maduras se enloqueció. Cuando visitaba a Hugo veía a su madre Roxanna con otros ojos, me fijaba más en su escote y sus piernas cada vez que podía; mi vecina del piso de abajo me comenzaba a echar miradas medias picaras; veía a mi profesora con más frecuencia y por último mi tía Sofía comenzó a ir al gimnasio y siempre la veía con su ropa apretada de gimnasia.
Aunque bueno la primera mujer madura que pude intimar fue Pamela, mi profesora de promoción de colegio. En ese tiempo tenía 45 años, era de tez blanca, rubia (teñida), alrededor de 1.60 de altura, senos grandes (pezones marrones claros), delgada, caderas pequeñas pero nalgona, ella enseñaba aritmética y geometría (en la cual era muy bueno). Era la clásica profesora que todos del salón se la quieren meter sin dudarlo, venía a clases con su pantalón negro apretado y una blusa blanca con un escote algo seductor y entreabierto.
Continuará…
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