El celular de Santiago sonó, yo avance y Arturo me siguió, pero uno de los empleados lo alcanzó y llevó afirmar unos papeles…
Así con mi mente en mi vecino cruce, deje todo en el locker y salí a la escaladora, si bien es cierto que Santiago me gustaba y Arturo me provocaba cierta curiosidad, ¡mi vecino me hacía mojarme!
Vaya mañana no me concentré hice escaladora, un poco de sentadillas y a la ducha, mis amigos oficinistas me sonrieron y salí en busca de mi atuendo para esa noche…
Finalmente llegué a mi tienda en La Zona Rosa y a ver que usaría, no soy muy rápida en decidir pero hacía días que había visto un vestido encantador rosa pegadito con hoyos por todos lados…
Me lo probé y listo ¡me veía hermosa! Lo pagué y mi celular sonó, era un whatss “Te espero donde siempre Habitación 305…”
No me arrepiento pero a veces uno hace cosas que no piensa y haberme metido con él era una de esas cosas…
Tome un taxi, al Hotel Rex…
El taxista sonrió y dijo ” Te veo preocupado ¿estás bien? “
– Si solo un poco pero bien…
– Mira yo no soy nadie para dar consejos pero yo no creo que debas ir…
– por?
– Porque se ve que ya no sientes nada por ese güey
– Y como sabes que es un güey
– Porque se necesita ser muy güey para no quedarse con contigo y solo usarte…
Pues no sé si casualidad o pretexto pero su análisis era muy acertado.
– Es que es difícil
– No que! Cual difícil con todo respeto, tu estas bien bueno o buena y la verdad los casados somos muy cabrones… Si yo te deseo, mira con mi mujer ya nada y que. Nomás te la meten y me tengo que ir… Yo te llevo Chula pero la neta ya no lo veas… No te hace feliz.
Es verdad eso no me hacía feliz.
Llegamos al hotel, pagué y entre…
Ahí estaba jugándose la verga.
-Te tardaste mucho cabroncita
-Lo siento
-acércate…
Tan pronto me acerqué me tomó por el cabello y metió su verga en mi boca.
– Mámamela y encuérate putito…
Así lo hice, no quería verlo más pero me tenía dominada y es cierto su verga era mi medida…
– Ay Que rico mamas verga! Si naciste para golfa, cabrón…
Mi mente estaba en mi vecino y al cerrar los ojos podía sentir la verga de mi vecino en vez de él.
– Quería verte y decirte que ya lo pensé y no, no te voy a dejar tener novio, eres mía cabrón yo te hice y ahora la única verga que disfrutaras será la mía…
La sangre me hervía pero no podía demostrarlo, era verdad él me había estrenado y si sabía dar placer era porque él me enseñó, yo era muy joven y el me dedicó tiempo…
Yo seguía mamando verga, cada vez mas rápido y mas fuerte, lo haría venirse en mi boca y luego hablaría con el…
– Tiene hambre mi nena?
– Yo asentí
– Bueno sigue y gánate tu lechita…
Sentía su verga chocar en mi garganta la recorría con mi lengua y hacía círculos en su cabeza.
– No mames que rico me voy a venir, ¡Ay cabrón!
Apretó los dientes y sentí como una ráfaga de semen se estrellaba en mi garganta, ¡otra! Una más y… ¡Listo!
Esperé hasta que su miembro perdió fuerza y la limpié hasta la última gota como él me había enseñado…
– No quiero tengas novio, pero… La verdad es egoísta tenerte para mi sólo, que propone mi nena…
– Prometo hacerte siempre lo que quieras pero quiero vivir…
– Sabes que me duele que otros te metan la Verga y pensarte mamando otra verga…
Yo seguía jugándosela mientras hablábamos pero hubiera querido arrancársela, el me inicio me hizo su puta y ahora quería controlarme…
– Ay cabrón… Mereces ser libre y te lo vas a ganar, esta bien ten novio, pero cuando te cite vas a venir y no vas a cuestionar nada… ¿Entendiste?
– Me parecía que había algo detrás de ese permiso pero al final podía ver a mi vecino.
Prometido Papá.
Muy bien ahora vístete y vete que dormirme un ratito….
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