Tenía el pelo bastante largo y decidí que ya iba siendo hora de que visitase el peluquero mas próximo
Hacía poco, que habían abierto una peluquería para hombres y que era regentada por mujeres que estaban muy buenas.
A mi me eligió una rubia que vestía muy procaz y libidinosamente, pues llevaba unas blancas botas altas de tacón de aguja, una minifalda de infarto y un top de igual color que parecía que le fueren a estallar las tetas.
Empezamos a hablar y me dijo que se llamaba Brenda y yo Ramón
Me senté, me puso el delantal y luego una toalla y Brenda la ajustó y me preparé para que me cortara el pelo
— solo será un poquito — expuso Brenda
Lo último que escuché, fue el zumbido de la máquina de cortar cabello, antes
De que la putona de Brenda “entrara a matar”.
La rubia libidinosa de Brenda se aplicaba y perseveraba en cortarme el pelo, pues me iba a dejar mas calvo que Yul Brinner y Telly Savalas juntos.
Yo no decía nada ni protestaba, pues me daba morbo y hasta estaba cachondo y calentorro porque una tipa tan lasciva me cortase el pelo.
Ella seguía a lo suyo y me pasaba y repasaba la máquina para que tuviera un corte al cero y no quedase un puto pelo encima de mi cabeza.
— ¿te ha gustado el corte, cariño? — preguntó Brenda.
— no, no me ha gustado nada — afirmé yo
— estás guapo y muy pelado — advirtió Brenda
— creo que me has dejado muy rapado y eso no me gusta — declaré yo.
— es justo como se lleva ahora — observó Brenda.
— no me gusta y no te voy a pagar, cariño — proclamé yo.
— yo te veo muy guapo — reveló Brenda.
— no me gusta y no te voy a pagar — volví a proclamar.
— yo hice todo mi trabajo y me debes pagar — evidenció Brenda.
— no te voy a pagar — volví a afirmar.
— ¿como que no me vas a pagar? — preguntó Brenda
— No, no me gusta — me mantuve firme.
— ¡me tienes que pagar! — exigió Brenda.
— No, no me gusta — me mantuve en mis trece.
— ¿y ahora que hacemos? — volvió a preguntar Brenda.
— ¡quiero que me pagues! — exigió Brenda
— no te voy a pagar, porque no me gustó — volví a exigir.
— si no me pagas, tendrás que hacerlo de alguna manera — advirtió Brenda
Brenda me enseñó su sexy tanga y yo pensando que seria una mujer, resultó ser una hermosa transexual, pues tenía un rabo tan grande, gordo y largo como el mío.
La muy putona de Brenda, me llevó a un aparte y me obligó a que la trabajara sexualmente.
— ¿tu no eras una mujer? — inquirí.
Se sentó en un amplio butacón de cuero negro que resaltaba con sus sexys y blancos ropajes de zorra transexual en celo.
— ¡que buena estás, hija de puta!, ¡como me pones! — afirmé libidinosamente.
— ahora me vas a trabajar tu — inquirió Brenda.
La muy zorra, se había desecho de su sexy y provocativo tanga de golfa libidinosa y de su aún sujtador de putona lasciva y mientras yo le lamía y lengüeteaba su rabo de zorra transexual, ella se magreaba sus tetazas de putona en celo.
Yo estaba relamiendo, lamiendo y lengüeteando su rabo transexual y la muy zorra estaba bien abierta de patas para disfrutar de ese procaz y lascivo momento tan acalorado.
— me la chupas realmente bien — advirtió Brenda.
— ¡que bien la chupas, maricón! — enfatizó Brenda de puto regusto mientras le comía su rabo transexual
Yo continuaba los mil lamidos y lengüeteos al rabo transexual de Brenda, entretanto ella ponía los ojos en blanco del regusto que yo la daba con mi boca
— me la comes muy bien, cabrón. Es una delicia ver lo bien que me trabajas — afirmó Brenda
Brenda gozaba de puto vicio mientras le comía el rabo, pues me lo había ido metiendo poco a poco y no paraba de desgañitrse y bufar de vicio. Me agarraba la cabeza, y la muy cerda se deleitaba de satisfacción y gozo mientras jadeaba como una zorra en celo con la mamada que yo le hacía.
Dejé de comerla el rabo, pues ya lo tenía duro y ya estaba preparada para empalarme con su poderosa jabalina carnal.
— ahora te voy a encular, maricón. Déjame hacertelo — apuntó Brenda mientras le comía su transexual rabo
— Date la vuelta cabrón. Deseo petar tu culo, canalla. Deseo con vicio desmedido tu culo — ordenó Brenda.
Tenía todavía el rabo de Brenda en mi boca y acaté sus lascivas ordenes, pues ya estaba con un brutal calentón de cuidado y Brenda estaba lista para darme placer de cojones Saqué su rabo de mi boca y me giré para que me petara con placer la muy puta y me preparé a ser enculado libidinosamente por esa sexy transexual de Brenda.
— vamos, gírate. Arquea tu espalda — ordenó Brenda libidinosamente.
Atravesó su dura verga transexual en todo mi ojete y comenzó a taladrar y barrenar mi caliente ojete lentamente para darme un placer sin igual, nunca antes conocido por mi.
— ¡oh, que gussssstooo!, ¡Me gusta esto, vamos zorra! — bramaba excitado y resollando sexualmente al tiempo que Brenda proseguía petando mi culo y dándome placer como me gustaba.
Estacó su rabo y lo clavó en mi estimulado ojete y comenzó a entaponarme suavemente con dinamismo haciéndome gozar como un verdadero cabrón libidinoso mientras rezongaba, ululaba y jadeaba del placer anal que esta lasciva fulana transexual me daba agitadamente.
— deja que te joda bien como a un puto perro. Eres un jodido perro. Un perro sarnoso y en celo — jadeó Brenda mientras me fornicaba y petaba con lujuria y me daba mil empellones en mi bullente y agitado ojete.
Brenda jodía electrizada dándome rabo y me daba fuertes empellones en todo el ojete con su duro cipote y yo me desgañitaba, gemía resollaba y jadeaba cual macho libidinoso en celo
— ¡oh, esto es muy bueno, me está empezando a gustar, jodida zorra!, ¡sabes como petar y joderme bien, puta golfa! — berreaba yo lascivamente, entretanto persistía petando mi culo sin parar y me traspasaba el ojete y berreaba de placer cual lujurioso actor porno en celo
— ¡observa!, ¿no deseabas algo nuevo?, ¡aquí lo tienes, canalla! — bramaba Branda que no paraba de petar con bestial delirio erótico mi estimulado y enfervorizado culo.
Brenda continuaba copulando y estacando mi muy estimulado y excitado culo y yo resollaba y jadeaba cual cabrón libidinoso con inacabables y perpetuas ganas de que no terminara la infinita jodienda que esta loba rubia transexual me estaba pegando.
— ¡deja que te joda bien, cacho cabrón!, ¡toma rabo, canalla!, ¡sienteme bien, zorro!, ¡gózame, bribón! — bramaba Brenda ardorosamente entre mil gemidos al tiempo que petaba y jodía sin parar mi bullente ojete.
Brenda me hacía gozar de puto vicio, pues me lo había ido metiendo poco a poco y yo no paraba de desgañitarme y bufar de vicio anal. Me asía de las nalgas y me daba lentos y progresivos empellones y la muy zorra me hacía deleitarme de satisfacción y gozo al tiempo que resoplaba y rezongaba de placer anal como un cabrón libidinoso en celo.
— ¡comprueba lo bien que te sientes, cacho cabrón!, ¡me atrae joder tu puto culo, bribón, ¡me vuelve muy loca joderlo! — gruñía Brenda depravadamente.
Brenda aprisionaba mis calenturientas nalgas y me daba progresivos y continuos empujones y la muy guarra no paraba de darme deleite y placer anal y sentía como estacaba con complacencia mi efervescente ojete mientras yo ponía los ojos en blanco al ser jodido con sabiduría por esta fulana transexual tan procazmente depravada y libidinosamente sexual.
— ¡dame tu puto culo, dámelo! — jadeó Brenda que me entaponaba el ojete bien duro.
Mientras me petaba y entaponaba duro y con ganas, yo me pajeaba viciosamente para que el brutal polvazo anal que esta fulana transexual de Brenda fuera mas morboso, depravado y sicaliptico, y mientras me empalaba y traspasaba con su carnal jabalina, se sobaba con fruición y lujuria sus tetazas y pezones de fulana libidinosa en celo
— ¡nadie me folla tan bien como tu ahora, pedazo de puerca! — bramé yo entre varios gemidos y espasmos anales.
— ¡como traga tu culo, cabrón!, ¡me encanta follarte, hijo puta! — confesaba entre mil jadeos la pelandusca transexual de Brenda.
— ¡sigue, puta, sigue!, ¡me estás poniendo como una moto, guarra! — vociferé como un jaco salido
— ¡toma rabo, bribón!, ¡me pones muy loca, granuja! — berreaba Brenda entre mil vagidos y resoplidos
— ¡pero que putona eres, cacho zorra!, ¡me estás destrozando el ojete! — mugía entre espasmos sexuales
— ¡esto te está pasando por no querer pagarme, cabrón!, ¡toma rabo! — vociferaba Brenda entre gruñidos y jadeos
Brenda continuaba jodiendo y fornicando mi efervescente culo mientras me asía con fuerza y me daba mil embates y embestidas con su carnal jabalina.
Después de darme rabo a base de bien y matarme de regusto al estacar su transexual verga en mi bullente culo, cambiamos de postura y me senté sobre la transexual verga de Brenda y comencé a botar con ella dentro.
— ¿no te gusta joder conmigo, cabrón? — preguntó Brenda lascivamente.
— ¡házmelo mas duro entonces! — mandé sofocadamente
Brenda usaba muy bien su transexual verga que me taladraba con fuerza el ojete y me daba y confería mas placer sin parar de petarme con progresión y vicio.
— ¡Oh, esto es muy bueno!, ¡fóllame bien guarra!, ¡vamos puta! — gemía y bramaba estimulado y excitado
Brenda continuaba haciendome gozar como un verdadero cabrón libidinoso y lascivo al petarme el ojete eternamente.
— ¿estás disfrutando, bribón? — inquirió Brenda al tiempo que hacía deleitarme de pasión y goce y sentía como perforaba gozosamente mi excitado ojete.
— ¡jódeme bien, puta!, ¡vamos! — ordené apasionadamente excitado, entretanto Brenda continuaba fornicando y jodiendo mi excitado y estimulado culo.
— ya lo hago, maricón. ¡me pones muy perra! — observó Brenda toda excitada
— ¡Jódeme!, ¿No te pone perra joderme?;¿eh, guarra? — inquirí lascivamente entretanto Brenda me seguía enculando y sodomizando con soberbio ahínco.
— Me gusta, me excita mucho joder culos — largó Brenda lujuriosamente entretanto se fascinaba y electrizaba haciéndome gozar como un genuino cabrón libidinoso al darme y taladrarme el ojete interminablemente
Brenda agarraba y cogía con sus sexys y femeninas manos mis caderas y me enculaba y petaba duro con furor sexual.
— ¡Si, jódeme el ojete, petamelo!, ¡clavamela, guarra! — ordené viciosamente.
— ¡Oh, esto es muy bueno!, ¡Deseo joderte a tope hasta que te pringue de cremosa lefa, so canalla! — gritó Brenda muy salida y viciosa.
Mientras me sodomizaba viciosa y depravadamente, esta guarra transexual de Brenda observaba la cara de placer sexual y corrido de yo tenía al ser follado y fornicado y seguía jodiendo y jodiendo sin parar mi efervescente culo agitado.
— ¡Qué bueno estás, cabrón!, ¡eres todo un puto genial! — formuló viciosamente Brenda.
— ¡Si, me estás jódiendo muy bien el ojete!, !Me encanta! — observé depravadamente entre vagidos y gemidos mientras la fulana Brenda me estacaba el culo y yo gemía como un semental porno.
— ¡Me estás matando de placer, maricón! — manifestó entre varios jadeos Brenda
— ¡Tengo el culo muy caliente y excitado, guarra! — proclame ardorosamente entre jadeos al tiempo que sentía que me llegaba hasta la espalda el rabo transexual de Brenda
Brenda proseguía follando mi borboteante culo y me asía de los hombros para que sintiera mas y mas como su transexual verga me perforaba el ojete y me daba mas goce si cabe
Después de estar recibiendo mil polllazos en el ojete a estilo perro, me puse patas arriba y la fulana transexual de Brenda prosiguió jodiendo cual actriz porno mi agitado y acalorado ojete.
— ¡toma rabo, cabrón!, ¡toma polla, hijo de puta!, ¡vamos, gime! — ordenó Brenda con lujuria y vicio.
— ¡mátame a polvos, mi culo es tuyo zorra!, ¡destrozame el ojete, vamos — rajé yo todo colérico y vicioso
— ¿no decías que no me pagarías?, ¡toma pollón, cabrón!, ¡ahora me lo estoy cobrando en tu puto culo tan caliente! — exteriorizó furiosa y muy viciosa Brenda.
— ¡me pone loco ser petado por ti, zorra! — manifesté lascivamente
Mientras me jodía sin parar, Brenda se magreaba sus potentes tetazas y me insultaba mas procazmente y se ponía todavía mas y mas cachonda y viciosa y no deseaba que el petamiento anal que me estaba pegando terminara.
— ¡que bueno estás, zorro! — largó Brenda lascivamente.
— ¡me vuelves loco loco con esta puta jodienda, puta! — confesé depravadamente
— ¡me gusta follarte, no quero que esto termine, amor! — comunicó Brenda entre vagidos y mil gemidos sexuales
— ¡yo tampoco, puta! — enfaticé entre mil gemidos
— ¡me voy a correr! — chillé todo lujurioso
— ¡Y yo también, puto! — gritó Brenda toda furiosa.
Brenda, sacó su verga transexual de mi ojete y acabó echando su pastosa lefa en el suelo y yo mi cremosa lefa en mi torso. Nos limpiamos nuestras lefas, nos dimos dos besos largos con lengua y prometimos volvernos a ver.
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